Precipitación
A pesar de bajar la temperatura del licor hasta los 75ºC, es difícil que se produzca una precipitación espontánea. Se precisa, pues, de siembra de cristales de hidrato, generalmente fino y en cantidad controlada, De esta manera, se puede conseguir la granulometría deseada.
Las condiciones más favorables para conseguir esto son:
· Temperatura relativamente alta al comienzo de la precipitación, que favorece la
aglomeración.
· Posterior enfriamiento para aumentar el rendimiento al máximo.
· Tamaño de siembra adecuado, ya que influye en la superficie y en el número de
núcleos.
· Trabaja con la mayor sobresaturación de alúmina y sosa sin que afecte a la calidad
del producto.
· Tiempo óptimo. Tiempos excesivamente largos aumentan muy poco el
rendimiento, bajando la productividad.
A pesar de bajar la temperatura del licor hasta los 75ºC, es difícil que se produzca una precipitación espontánea. Se precisa, pues, de siembra de cristales de hidrato, generalmente fino y en cantidad controlada, De esta manera, se puede conseguir la granulometría deseada.
Las condiciones más favorables para conseguir esto son:
· Temperatura relativamente alta al comienzo de la precipitación, que favorece la
aglomeración.
· Posterior enfriamiento para aumentar el rendimiento al máximo.
· Tamaño de siembra adecuado, ya que influye en la superficie y en el número de
núcleos.
· Trabaja con la mayor sobresaturación de alúmina y sosa sin que afecte a la calidad
del producto.
· Tiempo óptimo. Tiempos excesivamente largos aumentan muy poco el
rendimiento, bajando la productividad.